(Caracas, 19 de abril – Noticias24).- El envejecimiento es parte de la vida, pero ¿hasta qué punto los genes pueden determinar la forma en la que envejecemos? Una encuesta reveló que el 73% de las mujeres luchan por evitar heredar la figura de su madres. Tres jóvenes y sus madres dieron un valiente paso y se atrevieron a desnudarse y a compartir los sentimientos más profundos acerca de sus figuras.
Lyndsey de 36 años y su madre de 55
Sandra Hunt, de 55 años, es gerente de una tienda, se ha divorciado tres veces y tiene tres hijos adultos. Asegura que el cuerpo de su hija Lyndsey le recuerda a sí misma cuando tenía su edad. “Me encantaría volver atrás el reloj, el paso de los años puede ser cruel” dice.
Después de querer practicarse una cirugía de implantes mamarios, dio a luz a su último hijo, y “el gimnasio era como una droga para mí. Iba cuatro veces por semana cuando los niños estaban en la guardería” aseguró.
Sandra reveló que después de pasar por tres divorcios y la menopausia su adicción a los ejercicios se redujo. En contraste a eso, la madre de Lyndsey afirma que su hija nunca ha necesitado hacer mucho ejercicio: “Me encanta su trasero deportivo, parece que tuviera implantes en los glúteos. Me gustaría tener un trasero tan musculoso como el de ella”, bromeó.
Por su parte, Lyndsey indicó: “He visto fotos de mi madre a mi edad y estamos muy similar.
Ella es más delgada que yo, y tiene mejores piernas, más tonificadas”. Sobre la experiencia al fotografiarse con su madre, expresó que al principio le daba un poco de vergüenza ver a su madre desnuda, pero sin embargo considera que Sandra es una mujer hermosa y sostuvo que le encantaría ser como ella al llegar a esa edad.
Brina de 31 años y su madre Gena de 50
Ambas aseguran que tienen un gran parecido, que se evidencia sobre todo en la sonrisa. Ange reveló que de vez en cuando siente pesar al ver a su hija, por haber abandonado su dieta y su rutina de ejercicios y espera que ella no haga lo mismo. Brina en consecuencia con las revelaciones de su madre explicó que se siente segura con su cuerpo gracias a su madre, “me enseñó a comer saludable y a sentirme orgullosa”.
Aunque Brina ve a Gena con unos kilos de más, afirmó que ella si hará todo lo posible para mantener un peso ideal, “admiro a la determinación de mi mamá para envejecer con gracia”.
“Siempre he dicho que mi hija Samantha es bella: Yo lo veo como mi deber de madre para que se sienta segura. Aunque para ser honesta, no me gusta mucho de mi cuerpo. Creo que algunas personas nacen con una autoestima más alta que otros” aclaró Gina.
Gina manifestó que Samantha y ella tienen figuras muy parecidas: “los hombres me han dicho que soy guapa, y mis amigos me dicen que debería tener más confianza. Cuando era adolescente, Samantha me descubrió mirándome con tristeza en el espejo y me escuchó quejarme. En retrospectiva, me gustaría que no hubiera sucedido, me preocupa que crea que no tengo autoestima”, increpó.
“No había visto a mi hija desnuda desde que dejé de bañarla a los siete años, pero me parece que he criado a una muejr hermosa”, dijo esta madre orgullosa.
Samantha elogia a su madre y le aconseja que no debería avergonzarse de su cuerpo. “Mi madre me inculcó el amor por el ejercicio y la verdad no estoy demasiado preocupada por cómo seré al envejecer. La belleza viene desde adentro – y mamá demuestra en abundancia”, sumó.
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