Una británica residenciada en Cómpeta (Málaga) desde hace diez años, ha celebrado este sábado su funeral “en vida”, coincidiendo con su cumpleaños número 80 y donde ha agradecido todos los días de su existencia y el “milagro” que ha supuesto para ella cumplir esa edad.
Durante el acto, el humorista valenciano Luis Sánchez Polack expresó, “El día que yo me muera, quisiera estar viva, para ver si a mi entierro, van mis amigos”. Una paradoja que Eileen Bush, ha llevado este sábado a la práctica, experimentando la extraña sensación de escuchar lo que sus familiares y amigos habrían dicho de ella en su despedida de este mundo.
El peculiar festejo se realizó en el conocido hotel Balcón de Cómpeta, tampoco faltó el carro fúnebre y el ataúd. La protagonista ha explicado a que hace un año que empezó a organizar su propio funeral, al cual pudieron asistir sus allegados y amigos, con el fin de agradecerles el cariño recibido durante todos los días de su vida.
Bush no puede creer que haya llegado a los 80 años, ya que cuando era joven, estuvo aquejada de múltiples enfermedades y los médicos le pronosticaban que no llegaría a los 50 años de edad.
Según sus amigos más cercanos aseguran que Bush “nunca perdió su carácter vitalista, entusiasta, divertido y optimista”, por lo que no se sorprenden de su iniciativa para organizar el acto, que ha revolucionado en los últimos días a los habitantes de la localidad.
En el “sepelio”, sus familiares, provenientes de Inglaterra y Australia, han escuchado la ceremonia oficiada por un pastor humanista, en la que se han repasado los momentos más significativos de la vida de la homenajeada. Cuando los asistentes recordaban quién había sido Bush, lo que deberían haber sido lágrimas y llantos se han tornado en risas y gritos de júbilo, en cuanto ella ha aparecido para decir que no había llegado su hora, que todo era una broma y que proclamaba su felicidad por cumplir 80 años rodeada de sus personas queridas.
Bush ayudada de una muleta para caminar, estuvo sentada junto a su marido y ha manifestado que, “si hubiera tenido que esperar a estar muerta, no habría podido darle las gracias a toda la gente que la hecho feliz”.
Para Rafael Ruiz, el funerario que ha llevado el féretro hasta el hotel y que ha reconocido que es el primer servicio que efectúa en el que el supuesto fallecido está vivo. “Es algo innovador, no lo habíamos hecho nunca, pero lo vivimos con alegría y estamos aquí para acompañar a Eileen en su entierro”, bromeó.
Nataly Brooks, una de las amigas que ha ayudado a la británica en la organización de su funeral, destacó que ella “podría durar treinta años más, porque sólo tiene los achaques propios de su edad”
Eileen Bush aseguró que cuando realmente muera no tendrá funeral; pues ella ha querido hacer el suyo estando viva, “para devolver en persona el cariño que ha recibido”.
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