Jacob Cockle, de 28 años de edad murió en el suroeste de Gran Bretaña, tratando de fotografiar un torbellino acuático desde su interior.
El chico se encontraba en la costa de Hayle Estuary, Cornwall, donde fue succionado por el torbellino y arrastrado por la fuerte corriente. El joven se dedicaba a esta practica de alto riesgo y una semana antesescribió a través de las redes sociales que casi lo mataba un torbellino.
La policía local consiguió el cuerpo de Cockle junto a su cámara y de camino al hospital, los médicos pudieron constatar que murió producto de los masivos golpes que sufrió.
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