(Barcelona, 24 abril. Dpa) – El Chelsea se clasificó hoy para la final de la Liga de Campeones contra todo pronóstico
al eliminar al Barcelona, vigente campeón europeo, que se estrelló ante
un muro defensivo y apenas pudo empatar 2-2 ante su público.
El Barcelona se despidió del torneo de la manera más dolorosa posible,
sin encontrar rentabilidad a tanto dominio. En su ayuda tampoco acudió
su gran estrella, Lionel Messi, quien incluso erró un penal en la
segunda mitad.
Atrás quedaron los tres peores días en la historia de la “era Guardiola”:
el sábado perdió casi todas sus opciones en la Liga española al caer
2-1 ante el Real Madrid y hoy quedó fuera de la Liga de Campeones. Todo
un mazazo.
El partido respondió punto por punto al guión esperado tras la victoria inglesa por 1-0 en la ida. El Barcelona acaparó el 75 por ciento de la posesión ante
un rival que defendió con todo. Sólo se saltó el guión John Terry, con
una injustificable agresión a Alexis Sánchez en la primera parte que le
costó la justa expulsión.
El Barcelona jugó con la esperada defensa de tres y sólo sorprendió
que Guardiola dejara en el banquillo a Daniel Alves para situar a Isaac
Cuenca como extremo abierto. Mientras, el Chelsea tuvo a Didier Drogba como único jugador un poco más adelantado.
Pronto comenzó el Barcelona a sumar ocasiones, con Alexis Sánchez muy activo y con Cesc Fábregas entrando desde atrás. Si no tuvo más fue porque le faltó paciencia y más precisión en el pase final.
También ocurrieron varios accidentes. Por ejemplo, el central Cahill
se retiró en los primeros minutos con una lesión muscular y después Gerard Piqué se marchó tras un brutal choque con el arquero Víctor Valdés.
Hasta que llegó el primer gol (35′), después de que el Chesea se
desordenara levemente en un balón dividido. Alves, sustituto de Piqué,
abrió hacia la banda izquierda y Cuenca puso un gran balón raso para que
Sergio Busquets empujara a la red.
Dos minutos después llegó la expulsión de Terry,
quien golpeó por detrás a Alexis Sánchez. El árbitro lo vio, sacó la
tarjeta roja y el Chelsea se quedó sin los dos centrales con los que
empezó el partido. Y lo que era peor para sus intereses: con un jugador
menos para más de la mitad del encuentro.
Lo aprovechó el Barcelona casi de inmediato. A los
43 minutos, Busquets peleó con fe por un balón en la medular. El cuero
fue para Messi, que encaró y asistió hacia Iniesta, quien marcó por bajo
con gran habilidad.
Sin embargo, el Barcelona se distrajo y encajó un gol impensado en la
jugada final de la primera parte. Ramires encontró un hueco en la
desordenada zaga local y superó a Valdés con un precioso lanzamiento por
encima del arquero azulgrana. A la postre sería la jugada más importante del partido.
La segunda mitad trajo una novedad: Drogba se unió a la línea defensiva del Chelsea; es decir, el equipo inglés jugó sin un solo delantero.
La primera consecuencia de este hecho fue que Didier cometió un
penal. Es lo que suele suceder cuando un delantero se ocupa de cosas que
no sabe hacer. Cesc Fábregas cayó ante el acoso del marfileño y el árbitro vio penal, muy protestado por los visitantes. Lanzó Messi y mandó el balón al larguero.
Fue el tercer penal errado por el argentino en 13 lanzados esta temporada. Otro partido gris de Messi, y bien que lo acusa su equipo.
El penal creó un efecto bloqueante el Barcelona, que no encontró
ningún plan para derribar el muro del Chelsea. Sus ataques fueron
completamente previsibles y los desbordes individuales apenas
aparecieron.
No sólo eso, sino que el paso de los minutos fue creando una tremenda ansiedad sobre los azulgranas, cada vez más precipitados en sus acciones.
El Camp Nou vivió los últimos minutos como una agonía y los nervios
se desataron cuando Messi mandó otro balón al palo a 10 minutos del
final. Ni suerte tuvo el Barcelona.
Faltaba el golpe final. Con todo el Barcelona volcado, el Chelsea cazó un contraataque en el minuto final. Fernando Torres, que había entrado por Drogba, encaró a Valdés y marcó para sentenciar el pase de su equipo a la final.
El fútbol premió a la defensa del Chelsea y castigó al ataque (poco profundo) del Barcelona. Un año más se cumplirá la tradición de la Liga de Campeones: el campeón no revalidará el título.
FICHA DEL PARTIDO:
BARCELONA. Valdes; Puyol, Mascherano, Piqué (Alves,
m.26); Busquets, Xavi, Iniesta, Fábregas (Keita, m.74); Cuenca (Tello,
m.68), Sánchez y Messi.
CHELSEA: Cech; Ivanovic, Cahill (Bosingwa, m.11),
Terry, Cole; Meireles, Mikel, Lampard; Ramires, Mata (Kalou, m.57) y
Drogba (Torres, m.79).
Goles: 1-0, m.34: Busquets. 2-0, m.43: Iniesta. 2-1, m.45: Ramires. 2-2, m.90: Torres.
Arbitro: Cüneyt Çakir, de Turquía. Mostró tarjetas amarillas a Obi
Mikel, Ramires, Iniesta, Ivanovic, Cech, Messi y Lampartd, y expulsó a
Terry por agresión.
Campo: Camp Nou.
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