Primero Justicia

Primero Justicia
Juntos somos la fuerza del cambio

2014/08/25

OPINIÓN. Edgar Rivero: La chispa de la confianza



En la reciente reunión de la Unidad Democrática de Portuguesa, para analizar varios puntos sobre el trabajo político, que es necesario desarrollar en adelante, hubo algunas opiniones muy sinceras que se pusieron en el tapete; pues como en todo grupo de personas, ya sea de índole política, empresarial, gubernamental o social, hay opiniones diversas, según la experiencia y conocimientos de cada participante y todas son dignas de tomar en cuenta.

Debo resaltar y reconocer que, precisamente en esta diversidad de opiniones, encontramos palabras muy valederas y aportes valiosos. Lo que quiere decir que en todos estos 15 años que hemos tenido de destrucción de Venezuela, los que desgobiernan al país, nos han enseñado lo que no debemos hacer: caer en enfrentamientos internos, porque el enemigo a vencer está fuera de nuestras filas y no dentro. En esa fructífera reunión, quedó claro que debemos trabajar, para encender esa nueva “chispa” en los ciudadanos de nuestro estado y de nuestro país, que nos provoque esa necesaria llamarada de coraje, de trabajo constante, de audacia, empeño y unidad de todos los venezolanos, hoy más que nunca, por lograr el rescate de nuestro país.

Siempre ilustro el sentido de compromiso con el ejemplo de los gimnastas; por experiencia propia cuando practiqué este exigente deporte. Los gimnastas tienen un entrenamiento rígido y disciplinado, no pueden ser excelentes gimnastas si faltan a las prácticas regularmente. El deportista tiene un objetivo: prepararse para ganar y todo su ser debe responder para lograrlo. El gimnasta entrena cada músculo de su cuerpo, para responder a las exigencias de sus piruetas. El gimnasta sabe que de fallar algo en el aire, el único que saldría lastimado es él. Así que el compromiso que siente consigo mismo es algo que no puede suplir, pero además al entrenar persigue, primero que nada, vencerse así mismo, es decir ser cada día mejor.

Una vez hecha esta analogía, pasemos a apostar a la mejoría del trabajo político que tenemos por delante y eso significa tener y dar confianza. Tener la confianza en nosotros mismos, dentro de la Unidad Democrática, significa que somos capaces, hoy como ayer, de apostar a ganar, de luchar por vencer y mejor aún: representar esa ansiada y necesaria confianza de que somos capaces de recuperar al país, a través de fórmulas ganadoras. Por eso tenemos que seguir luchando democráticamente. 

Por eso, usted señor taxista, usted señora ama de casa y usted señor bodeguero, tiene que convertirse defensor de su país, ponga su granito de arena y no permita más atropellos, más comunismo; por el contrario, use la mejor arma: “la radiobemba”. Ese es el trabajo que tenemos por delante: conquistar la valentía y la confianza del ciudadano. Nada difícil la tarea, si tomamos en cuenta el desastre que vivimos.

Así como el régimen tiene años dándole limosnas al pueblo y diciéndole que toda la culpa es de la oposición, de los empresarios y de Mr. Obama; nos toca a nosotros seguir abriéndole los ojos a los vecinos, amigos y familiares, para que se pongan las pilas, sino quieren que nos conviertan en esclavos del castrocomunismo. A pesar de todo lo malo que nos pasa aún estamos a tiempo. Es por eso que, en la Unidad, no debemos caer en el perverso juego del oficialismo, al querer sepultarnos políticamente con amenazas, con intentos de sobornos, con escenarios prefabricados, o cualquier artimaña, que se le ocurra al laboratorio cubano. 

Para ello propongo llevar a la práctica varias acciones: 1. Generar a la inmediatez todos los encuentros y reuniones necesarias para producir el acercamiento y la compenetración requerida para el complejo trabajo político por devenir; 2. Reconocer el valor de la persona ofreciéndole un espacio de lucha, aprovechando su conocimientos y disposición para las tareas que surjan, 3. Evitar la improvisación, actuar de manera planificada y organizada, para bajar los niveles de predisposición y pesimismo en relación a los pasados procesos electorales y propiciar un escenario proactivo de cara al escenario político que emerja. 4. Abrir las compuertas a lo novedoso y fortalecer el trabajo unitario, entre todos, anteponiendo lo colectivo por encima de lo individual y reaperturar con hidalguía y madurez política un contexto real de colaboración y respeto, partiendo de la premisa “todos somos necesarios”. De este modo, esa “chispa” tan anhelada por la alternativa democrática sería más factible. Debemos internalizar la gran responsabilidad que tenemos con el futuro del país. 

Entendamos que no por gritar más o hablar primero, somos mejores que nuestro compañero. Entendamos que debemos trabajar para derrotar las colas, el racionamiento, la falta de divisas para medicinas e insumos industriales. Así que manos a la obra. El líder de cada equipo debe responder por éste, asumiendo los errores como propios y corrigiendo en lugar de caer en explicaciones y justificaciones. La historia nos cobraría caro el habernos dejado someter. El líder presenta soluciones no excusas.



Edgar Rivero
C.I: 12.448.462.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario